viernes, 21 de mayo de 2010

Fuego

Simulacro de incendios para una mañana calurosa de mayo. La verdad es que se agradece el solete después de este invierno pasado por frío, lluvia y nieve, porque si Lorenzo hubiese tardado más en asomarse, acabaría nórdica perdida, con lo foto y heliotrópica que soy... Pero de ésta ya estoy escarmentada, para el próximo invierno cualquier día amaneceré vestida de tirolesa con dos jarras de cerveza tan rubias como yo en cada mano cantando "oirelei iuuuuu". Aviso con tiempo...

Como iba narrando, hoy he tenido simulacro de incendios en el cole, un momentazo "¡Fuego!" y no ha salido mal, los críos han salido muy ordenaditos y no me he chamuscado el flequillo en este amago de visita de Hefesto, hijo de Hera, engendrado con o sin Zeus según la versión: Homero en su "Ilíada", sí, y Hesíodo en su "Teogonía", no; aunque ambas coinciden en que fue un acto de rebeldía y celos de Hera hacia Zeus, ya que éste había engendrado por sí solo a Atenea, quien nació de la cabeza del gran dios. Hefesto, repudiado por ser el más imperfecto de los dioses y su condición de feo, lisiado y cojo era poco aceptada entre la Jet Set olimpíaca, y aunque resultase poco "chic" y glamuroso que un herrero encerrado en una fragua se codease con bellezones y cuerpos apolíneos (éstos eran más que los Danone) a la hora de tomar unas ambrosías en el ambigú del Olimpo, no fue óbice para convertirse en el dios del poderoso elemento, el único de los cuatro (agua, tierra, aire y fuego) que el hombre puede crear, de ahí que por muy horrendo que fuese su representación divina, guarda gran importancia, ya que otorgaba el don de la creación a los mortales como si de dioses se tratase.
Es curioso cómo un simulacro de incendio dé para tanto, porque lo extraño y llamativo del asunto es que desde el momento en el que oí la sirena, apareció en mi cabeza una canción de Kiko Veneno titulada igual que ese grito y la llevo pegada todo el día... No hallo relación alguna entre una cosa y otra excepto esa palabra: "fuego". Me gusta Kiko, desde que lo descubrí viendo "La bola de cristal" disfrazado de Frankenstein cantando con Alaska, me acompaña en días soleados. Es alegre, sencillo, optimista y da vidilla. Un tanto raro... ¿y qué? A mí me gustan las rarezas. Para un día con solecito, una coplilla con ritmo de bossanova.


5 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Hace algún tiempo que no hacemos los simulacros.Y yo me alegro porque siento pavor por si a los críos les pudiera pasar algo,a pesar de que todo esté calculado.

También Kiko me anima aqunque quisiera que fuese un poquito más transgresor

Abrazos

tag dijo...

A mi los simulacros me parecen poco efectivos.
En una situación real ¿se aprovechan las enseñanazas de esos simulacros?
No sé, puede que esté equivocada, pero los crios en una situación de peligro real son imprevisibles y no actuan como dice el manual de simulacros.
El miedo les bloquea y se olvidan las enseñanzas.

Estoy en Denia,en la biblioteca y aqui no puedo escuchar a Kiko.

Un besito

La Decapitada dijo...

Despues de ser testigo de todo lo que hemos vivido en Chile en este ultimo tiempo, creo que todo simulacro es bueno y educativo y aprendes para no caer en panico y perder la razon. Yo de chica me encantaba porque perdiamos clase :)

Manuel Márquez dijo...

A mí, compa Palmira, sí que me parece bien que se hagan simulacros (aunque tengo la completa seguridad de que no todos sus "promotores" se lian en las mismas disquisiciones -muy didácticas, por cierto...- que tú), creo que tienen su utilidad, aunque no se vea (afortunadamente) de manera inmediata. En cuanto al tema de Kiko Veneno, tienes toda la razón: fresquito (valga la contradicción...) y estimulante; bueno, todo ese disco, el Échate un cantecito, es una pura maravilla...

Un fuerte abrazo y buen día.

Palmira Oliván dijo...

Felipe, Tag, Ma. Antonieta, Manuel... Los simulacros creo que sí se deben realizar, al menos, una vez al año, yo he realizado varios, y la verdad es asombroso cómo los críos responden, especialmente los más pequeñajos, son los más ordenados y tranquilos, algo realmente increíble y loable por ellos y su tutor, porque gran parte de que se realice de forma correcta es la actitud que muestre el/la maestro/a ante esa situación, porque se quiera o no, si estamos nerviosos o tranquilos se transmite a los niños.

Y sí, el "Échate un cantecito" de Kiko es de lo bueno, lo mejor. Inolvidables el "Lobo López", "Echo de menos" o "Joselito", y me quedo corta, todo el disco es una joyita.

Besotes a todos.