Este año un sueño cumple cincuenta años, y no un sueño cualquiera, sino un sueño felliniano, el que marcó un antes y un después en la historia del cine, convirtiéndose en un símbolo de estilo de vida por su exhibición de los excesos y decadencia. Fellini era de los poco que supo reflejar en el cine estas sensaciones, esos personajes en ocasiones esperpénticos y escenas de lo más oníricas y fantasiosas. Se le puede tachar de excesivo o kistch, pero nadie trató los siete pecados capitales como él y sus consecuentes decadencias y críticas, ni nadie plasmó sus sueños, recuerdos, imágenes y pensamientos tan fantásticamente como Federico. Lo que más me gusta de Fellini es la capacidad de mezclar el mundo onírico e imaginativo que habitaba en su mente con una gran carga sarcástica contra la sociedad, como ocurre en esta película gracias a su "alter ego", el vividor interpretado fabulosamente por Marcelo Mastroianni. Por cierto, esta película "inventó" el término "paparazzi", todo surge por uno de los reporteros gráficos que aparece en la ella, llamado Paparazzo.
De la película me quedo con la escena en la Fontana de Trevi, una antológica del cine, en la que Anita Ekberg se pierde por callejuelas romanas y al girar una esquina, se topa con la fuente... O la fuente con ella (¿cuál de las dos queda más impresionada?). Lo más llamativo es que Fellini podía haber elegido cualquier "maggiorata" para el personaje de la aristócrata perseguida por la prensa, pero se quedó con una sueca, y la verdad, la Ekberg no tiene nada que envidar a las italianonas. Como siempre, Fellini da en el clavo en la elección del símbolo de "mujer, mujer" (por mucho que le pese a Karl Lagerfeld...). Me encanta. Lástima que no se le pueda emular en la fuente, porque cae una multa impresionante con bronca de los cabarinieri incluida. Personalmente, me encantaría hacerlo... Y que me multen lo que quieran.
Pd. ¿Quien se atrevería a censurar esta escena, como se ha hecho con un anuncio en Estados Unidos hace unos días, por aparecer una mujer con un "alto grado de VOLUPTUOSIDAD"?
5 comentarios:
No sabía que esta película era de Fellini. La única que recuerdo, y creo que he visto suya, es una llamada Amarcord, ¡Ay, como olvidarla! Tendría unos 11 años y la ví por casualidad. El caso es que parecer ser que la vimos todos los de mi clase y hay una escena que fue el comentario hasta final del curso. Es esta ¡Qué recuerdos!
Besos castos.
Es curioso, Palmira, precisamente hace unos dias nos contó mi profe de italiano de donde procedía el termino paparazzi.
Me hizo gracia y empecé a leer cosas sobre la pelicula de Fellini "La Doce Vita" para poner un post sobre ello, pero lo dejé a medias.
Tu lo has hecho muy bien, y desde luego es un bonito y merecidisimo homenaje a esta pelicula.
Impresiona ver la Fontana vacia de gente, aunque sea de noche.
Ahí es donde más se notan los 50 años. Actualmente nunca está así, ni de día ni de noche.
La que comenta Marino de Amarcord fue una revolución para los adolescentes de aquellos años, donde todo estaba censurado, jajaja
Besitos
Siempre me llamó la atención la escena de la fuente. La protagonista parece disfrutarlo tanto que dan ganas de meterse alli o por lo menos de ir a conocer la fuente. Sé que está prohibido porque todos deben tener la misma idea - la escena ha traspasado la barrera del tiempo y las geografías - y sería un aquelarre! jajajaj.
Un saludo
Coincido al cien por cien con tus palabras sobre Fellini, una de mis debilidades cinéfilas, el director de los sueños y la decadencia, tan magistralmente plasmados en sus películas, y curiosamente, también el director de la cruda realidad, como, por ejemplo en esa maravilla que es “La Strada”…
“La Dolce Vita” es una película especial para mí, por motivos que trascienden el cine y se adentran en lo personal, cierto que la escena de la fontana es inolvidable, de esas que forman ya parte de la historia del cine, pero yo tengo especial cariño por otra, cuando, en la playa, él mira a la niña/adolescente, a unos metros, que, con un gesto le recuerda que “es escritor”…
Merecidísimo homenaje este que le dedicas a la película en esta entrada.
Un beso
¡Mamma mía, Marino! Esa escena es otra de las memorables de Fellini, y la estanquera sobrepasa los límites de una "magioratta", tal vez es "la más más más" de todas ellas jeje ;)
Un beso.
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Tag, no he visitado la Fontana y cuando lo haga, creo que será rodeada de turistas. Supongo que la única manera de verla en todo su esplendor, con la compañía adecuada y sin el trasiego de curiosos, es en esta escena.
Besotes.
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Any, a mí tambien me llamó la atención la escena de la fuente y sí que me gustaría... Así para evitar tumultos, mejor imaginarlo, que de ilusiones también se vive jeje.
Gracias por tu visita, espero leer más comentarios tuyos.
Un beso.
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Vivian, Fellini era un genio y como tan bien recuerdas, "La Strada" es mucho más cruda y realista, y dirigió a la perfección a su mujer, Giuletta Masina. Él es así: realista, onírico... Pero siempre "criticón" y sarcástico.
Un beso.
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