martes, 5 de octubre de 2010

Otoño

Si me diesen a elegir entre las cuatro estaciones para viajar, vivir y amar, me quedaría con el otoño. Tiene algo melancólico, triste, será por la caída de la hoja, pero no sé, siempre me ha resultado una estación muy "francesa", tiene algo especial. ¿Será por lo fascinante que es pasear pisando hojas secas? ¿Porque todo parece distinto en tonos ocres y rojizos? ¿Porque es más bonito ir cogidos de la mano por la calle? No sé, pero a mí el otoño siempre me suena a Claudine Longet, a su voz, francesa, delicada y susurrante.

Pd. Ni siquiera sé esta extraña relación otoñal con lo francés. Uhm. (Gran encogida de hombros). Así se me antoja.



4 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

No me resulta a mí tan extraña, compa Palmira, esa conexión “galo-otoñal”; a cualquiera que, por ejemplo, haya gozado del enorme privilegio de haber podido pasear por París en octubre, no le puede sonar raro, más bien al contrario. Son dos encantos complementarios que parecen hechos el uno para el otro. Bonita rememoración la tuya. Un fuerte abrazo y buena semana.

Palmira Oliván dijo...

:) Tu relación "galo-otoñal" tiene fundamento, sabes lo que es un otoño francés... Yo no lo sé :P , pero sí que es lo más próximo a estar dentro de una peli francesa de la "nouvelle vague": tan poquita cosa y queda, tan de cara de "oh la lá!" con boquita de "mon petit chou!" con "Un homme et une femme" sonando de fondo.


Un abrazo compa Manuel y feliz semana.

tag dijo...

Pues si que es verdad, el otoño suena muy frances.
Esta canción no la conocía, pero hay otra de Silvie Vartan o de Françoise Hardy que se titula Tous les garçons et les filles, que a mi siempre me suena a otoño.

Pincha AQUI

No sé si saldra bien, por si acaso, la he puesto en mi blog, pinchando en una foto de otoño, te la dedico.
Y las de Adamo tambien saben a otoño, todas sus canciones.

Un besito

Palmira Oliván dijo...

¡Qué buenas Tag! Es cierto, tanto Silvie, Françoise o Adamo son muy otoñales, creo que cualquier artista francés de los 60 (bueno, Adamo era belga, pero podemos aceptarlo, ¿verdad?), ¡es que esa música da tanta cosita!
Me doy cuenta de otra cosa, que son para bailar apretadito, apretadito... Uyuyuyuy si el otoño tampoco es tan triste y melancólico como parece...

¡Gracias por la canción Tag, me ha encantado!

Besotes.