martes, 16 de julio de 2013

¿Bailas?



¿Alguna vez habéis paseado por la calle y un desconocido os ha pedido bailar? A mí sí, hoy... Jejeje...

                                                           "Oye... ¿Bailas?"


Ésa ha sido la proposición, en la calle, con saxofonista callejero de fondo... No todos los días alguien, conocido o no, te pide bailar y en la calle, menos... Y esas cosas, hacen sonreír, alegran un poquitín más el día. 


Cosas que sólo puedes imaginar que ocurren en las pelis, en las que un día cualquiera, vas de compras por una calle comercial, en la que justo al lado del establecimientos hay un músico callejero, un saxofonista en este caso, saxofonista que ameniza el ambiente y apenas reparas en él porque llevas cierta prisa. Entonces, sales de la tienda, tomando la calle con tus pasos y otras cosas en la cabeza y de repente... ¡Te cruzas con un desconocido y una proposición de baile! 


... Cosas que sólo ocurren en las pelis y que un día, ocurren en tu realidad sin más.


Porque la realidad, a veces y por sorpresa, supera a la ficción... 





2 comentarios:

Alf dijo...

Es verdad que pequeños detalles te pueden alegrar el día y son los mas agradecidos por no ser esperados.

Yo cada día me cruzo con una chica en el bar a la hora de la merienda y parece que no existo para ella ya que nunca me mira.

Pero la semana pasada coincidimos en la puerta y le dejé pasar y me dió las gracias esbozando una sonrisa y eso me alegró el día.

Ha pasado una semana y no me ha vuelto a mirar y ahora ya dudo si aquello no fue mas que una jugarreta de mi mente y no ocurrió.

De todos modos espero que otro día pueda coincidir con ella en la puerta y que se me repita esa sonrisa.

Ya te contaré....

Palmira Oliván dijo...

¡Qué pequeño pero grandísimo y precioso detalle! Bonito momento, como bonita deberá ser la sonrisa de esa chica...

Estoy totalmente segura de que no fue en absoluto una jugarreta de tu imaginación... Esa sonrisa de esa chica fue/es real... Y seguro seguro, se vuelve a repetir...

Me ha encantado tu vivencia, Alf. Es preciosa, de esas que te encogen el pecho, pellizcan el estómago y hacen dibujar una sonrisa tímida. Preciosa, de veras.

Espero que me cuentes si hay más sonrisas (invítala un día a tomar algo en la terraza, ya que estáis... jejej)