Música es mucho más que una asignatura "María".
Sin ella, nuestros hijos serán incultos, sufrirán anhedonia musical y serán carne de reggaeton... De ser así, en un futuro no muy lejano, los míos serán afortunados: si en la escuela no lo aprenden, ya se lo enseñará su madre (y su padre, gran melómano, también), porque me niego a que desconozcan a Pitágoras, a Mozart, a Beethoven, a los Rolling y a los Beatles... Me niego a negarles el placer de sentir la música; de conocer la historia a través de ella; de saber qué música escuchaba Velázquez mientras pintaba "Las Meninas" en la cámara real; de saber que música es matemáticas; de conocer geografía sabiendo que cada continente, cada país, cada pueblo, cada tribu tiene su música, sonido diferente, y siendo diferentes, es lo que las une; de estimular sus cerebros y creen endorfinas; de mover sus cuerpos siguiendo un son...
...De elegir entre los infinitos estilos y les resulte difícil decantarse por una única canción como preferida porque todas les nutren de gran placer...
(Artículo interesante y recomendable: "Cerebros "impermeables" a la emoción de la música - El Mundo, 07/03/2014. )
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